viernes, 4 de febrero de 2011


El corazón no conoce de errores, sólo de sinceridad.
Tus brazos no conocen el odio, sólo la ternura.
Mis labios no conocen de reproches, simplemente de perdón.
Tu olor no sabe de amargura, simplemente de dulzura.
Mi piel no sabe de dureza, sólo de pasión.
Tus oídos no saben de gritos, sólo de te quieros.
Nuestros ojos no entienden de rencor, hablan de amor eterno.



Se piensa que uno puede olvidar simplemente, pero continúa dándose cabezazos contra la misma pared, e incluso espera que esa pared se vuelva más ancha y alta. Mas a veces es mejor olvidar, pasar la página y comenzar a leer un nuevo principio, porque el destino es cruel y parece que el viento te devuelve a la página de siempre, y la ves más interesante y bonita que nunca, pero de verdad, no merece la pena detenerse en una sin haber leído el libro antes.

Dedico esta extraña entrada a una personita que siempre está pendiente de que actualice, aunque ahora no lo haga mucho; una personita que siempre está atenta de mis reacciones; una personita a la que adoro muchísimo y que espero que se dé por aludida porque si no dejaré de tener crisis en mi vida. (Jajaja)


Tengo dos proyectos en marcha.. a ver si empiezo y vuelvo a escribir... Que esto ha sido rescatado del baúl de las cosas que escribo en clase cuando me aburro.