¡Sopla!

Ver que todo cambia a tu alrededor, y tú, sombra impretérrita entre las desdibujadas siluetas de la noche, no puedes detenerlo, estática y suspendida en los cielos, con golpes certeros clavándose en tu cuerpo al contemplar cómo el clarooscuro de la realidad desaparece cada vez más, observando cómo los bancos de nubes blanquecinas se oscurecen hasta confundirse en la noche, cómo esos sueños anhelantes se escabuyen entre rayos solares que ya no existen, hasta que finalmente, justo frente a tí, una cerilla se enciende con el suave y esperanzador sonido de ese rasgar contra la caja vieja, encendiendo una pequeña vela, blanca. Y ves que es diminuta, e incluso ridícula colocada en medio de la nada, pero te das cuenta, poco a poco, de que las siluetas que habían desaparecido vuelven a cobrar forma, de que los sueños bailan de nuevo, aunque de forma más lenta, con los rayos de sol que se filtran entre las esponjosas nubes. Hasta que comprendes lo que una pequeña vela encendida, es capaz de cambiar tu realidad.
Y soplas con un nuevo deseo, un nuevo sueño que hacer realidad, mientras a tu mente acude un único pensamiento, un pensamiento de esperanza y repleto de pequeñas velas blancas que te ayuden a soñar.

Finalmente, una sonrisa, un beso, un abrazo... y después, ¿quién sabe?
Felicidades

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Ha sido una semana movida respecto a las clases, y aún me queda... sobretodo la próxima semana... Pero tengo que decir, que quitando que el profesor que me ha hecho el examen es idiota y me ha corregido una cosa mal.. (¬¬) ¡¡He aprobado la recuperación de historia!!
Y nada... espero salir este sábado porque luego va a ser reclusión en casa y estudiar, estudiar, estudiar. Espero que a todos os vaya bien...

Y sentir...

Y sentir que no puedo escribir todo lo que siento o pienso, que mi bolígrafo no escribe lo suficiente o que mi mente no encuentra las palabras adecuadas, que los pensamientos se quedan amortajados en mi corazón porque no encuentran la salida de emergencia, sólo estas palabras y unas pocas lágrimas, intentan, en vano, que una milésima parte de lo que siento encuentre la vía de escape. Y es que quizás no saben cómo empezar, “por el principio” como diría aquel, pero creo que hoy no es el día para encontrar principio o final al corazón. Hoy es como si una bola de nieve rodase por la ladera helada de una montaña, y cuando avanzan los minutos, el que era un pequeño copo de nieve se va convirtiendo en una bola de increíbles dimensiones, capaz de aplastar a una persona.Pero otros psicólogos me contestarían, evadiendo la cuestión de la creciente bola de nieve, que hablara con cada persona implicada en cada uno de mis pensamientos, y que los dejara fluir, sin trabas, sin protestas, sin engaños, libremente… Pero yo, que siempre creí no ser egoísta, comienzo a pensar que he dejado caer demasiado peso en hombros ajenos y ellos no tienen por qué soportar mis cábalas o desilusiones.No sé, quizás tengo que dejar que todo pase y que el pañuelo de lágrimas, o el hombro en el que desahogarme en esta ocasión, sea el papel que hay sobre la mesa, y el único testigo de todo ello, sea la bombilla suspendida sobre mi cabeza.No quiero más lágrimas, ni más pensamientos,… necesito un poco de descanso. ¿Podría venir Morfeo a mi habitación? Gracias…


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Quizás un comienzo un tanto raro para estrenar un blog pero es lo último escrito y quizás no sea tan mal comienzo...
Espero de verdad, que esto no se acabe nunca.